La locura en muchas de sus instancias es tomada como sabiduría, una locura cansada de los engaños y la vergüenza que aqueja el mundo por parte de un sistema tan cruel ha tomado la inteligente resolución de volverse loca. En una sociedad donde cuestionar y tener pensamiento propio es toda una utopía, el criterio no existe, la base del aprendizaje es el adoctrinamiento, un rebaño ciego camina por las sendas de la injusticia titulada por los amos como “progreso”, un progreso tan superficial que al primer tope con el viento de la realidad, se desintegra y  reflejada a la luz saca venda a los ojos ciegos exponiendo su verdadero carácter que en términos clásicos se resume en destrucción.

 Alegóricamente nuestra realidad esta manejada y engatusada por un sonido tan cortés que llama a la unión de las masas, nos unen y nos conducen como el rebaño perfecto, hipnotizados por un flautista de Hamelín. El sonido tan incesante nubla los oídos, la vista, los sentimientos y el corazón, una ceguera por falta de verdad empieza a sentar las bases para su post imperio, pero el rebaño aún no despierta, ni siquiera conocen el origen del sonido que los adoctrina, aunque la flauta de la cual brota la falta de silencio tenga la marca reluciente y a ojo de cualquier despierto la pirámide de la destrucción manejada por los amos que remuneran al flautista para que conduzca al rebaño a su matadero, hipnotizados por la etiqueta del progreso de un nuevo orden.

 Una gran amenaza se aproxima, el reflejo de la verdad ha logrado penetrar en la consciencia de las ovejas negras, una verdad que realmente hace libre y rompe cadenas compuestas por la ignorancia, ahora encajar en el rebaño de las masas no es un ideal, el ideal ahora se ha transformado en despertarlas, un gran desafío se advierte que para nada va a ser dejada por los amos, pues le conviene que solo duermas y obedezcas.

La ridiculización, las burlas, las críticas, la ironía ahora se convertirán en piedras pesadas levantadas por el rebaño para tratar de lanzarlas y apagar tu luz que como un albor alumbra la oscuridad que domina el pre imperio del engaño. Los amos se mofan de la manera de como su rebaño defiende su mentira, una mentira que le encanta y hace jubilo cuando emplea innumerables disfraces para cubrir su falsedad. En momentos para los acomplejados usa la vestimenta de la  falsa intelectualidad, en otras ocasiones se disfraza de la pseudo ciencia para cubrir preguntas y grietas que no encajan en la mentira, cuando le complace usa el disfraz de los líderes de opinión para crear pan y circo, de manera que el espíritu dionisiaco se apodera de las masas para fortalecer el rebaño, en otras instancias levanta el disfraz de las ideologías para generar división en el rebaño, un dualismo entre la izquierda y la derecha, una perenne incesante que hace gozo al  “divide y vencerás”, dividir a los dormidos para que defiendan una ideología dormida, maten y mueran por ella. Una ideología llega al poder más no cambia nada puesto que siempre estará al servicio de su creador.

Nada nuevo ni nada para impresionarse, tácticas así ya lo han implementado durante largos años, pues ellos son dueños del circo y su rebaño los actores. Pero tú no estás loco, solo estas despertando, ¿Despertar de qué? Pues no lo pensemos mucho, observemos tan solo un poco nuestro panorama los medios de comunicación, la política, la cultura, el entretenimiento para darse cuenta y responder la cuestión.

Despertar de un sueño profundo del cual no tuviste ni la más mínima noción de la verdad, donde tus sueños y la buscada de un mundo mejor pareciera que hasta los mismos gobernantes lo anhelaban; donde los organismos internacionales al parecer suponían velar por nuestro bienestar; donde a cualquier pregunta y sucesos que no encajaban, siempre estaba la pseudo ciencia respondiéndonos cualquier duda, nunca lo cuestionábamos pues su explicación compleja o a veces ridícula era nuestra verdad. Donde las agencias espaciales nos vendían sueños utópicos y noticias que nos llenaban de miedo, disfrazando la falsedad.

Recuerdos donde los malos siempre perdían, triste saber que los verdaderos malos hoy nos gobiernan. Creíamos en un mundo mejor que solo se podría lograr con amor, respeto y responsabilidad ciudadana, donde la culpa de los males globales siempre era nuestra, un tal ‘calentamiento global’ solo se podría solucionar reciclando y no contaminando y todo cambiaria. Claro lo olvidaba, admirando a las reuniones internacionales que fingían hacerse los preocupados para cobrar impuestos a países enteros en búsqueda de una solución de un problema inventada por ellos, pues pocos le dábamos una mirada fría al calentamiento.

Aún recuerdo la primaria donde las maestras nos daban esa esperanza de cambio, pues todo parecía perfecto, aunque con errores, los medios de comunicación nos decían a quién odiar y a quien querer. Era tan sencillo de esa manera, pasarse horas tratando de resolver un ejercicio matemático o aprendiéndonos todos los planetas del sistema solar, cosas que solo servirían para alzar el ego y presumir quien memorizo más, más para la vida real que nos esperaba nunca nos preparaban, haciéndonos presa fácil de una politiquería barata y los engaños de la vida 

Era fácil y natural, todo ya estaba escrito. Si querías ser parte de un partido político o seguir una tendencia, las opciones estaban dispuesta para elegir, todo ya estaba creado, no había nada para inventar solo teníamos la opción A o B y nuestra única responsabilidad era elegirla y pasar el resto de nuestra vida defendiéndola sin ni siquiera cuestionar o “conspirar” que la opción A y B fueron creados por un mismo sistema, por la tanto cualquiera que ganara nunca haría nada, pues al final nada cambiaba, el único que ganaba era el creador, es decir el sistema. 

Despertar es darse cuenta que todo fue parte de una mentira bien fundamentada y consolidada, los finales felices solo existen en las utopías, los medios de comunicación nos mienten y tratan de jugar con nuestros sentimientos vendiéndose al mejor postor para moldear nuestra opinión y hacernos presas fáciles del control. Darse cuenta que los grandes organismos no buscan traer paz ni bienestar, que solo buscan como rapiñas saciar sus propios intereses; que no existe un “filántropo” multimillonario que no busque beneficios luego de una caridad; que la pseudo ciencia cada vez se vuelve más dogmática explicando todo con “teorías” nunca comprobadas y aunque lo nieguen utilizan la ‘fe’ en muchas de sus instancias, despertar es darse cuenta que los gobiernos mienten, que el aprendizaje en la escuela es adoctrinamiento, que existe un sistema gobernado por un estado supranacional encabezado por las familias más poderosas capaces de acabar con la hambruna mundial sin perder nada, claro que nunca saldrán en un raking  de Forbes, pues han descubierto que mejor se gobierna en las sombras. 

Despertar es notar que existe una élite, los domadores del rebaño que controlan la política, la economía, la ciencia, lo social, hasta la cultura y que busca penetrar en nuestros pensamientos y emociones hasta el punto de hacernos sumisos para encajar junto al resto de las masas que duermen en el engaño. De manera para no ser ninguno problema para sus planes que tiene como meta llevar al rebaño al matadero. Pues la base de todo es el poder absoluto, el poder de controlar y manejar gobiernos enteros, una gran conspiración que a sonidos de cualquier dormido parte del rebaño le sonara loco y ridículo, pues ignoran que existe una gran conspiración en contra de la humanidad.

No estás loco, estas despertando del engaño, te estás dando cuenta de que todo ya estuvo manipulado y controlado por las sociedades secretas y las poderosas familias que como cobardes se esconden en las sombras. Los domadores se esfuerzan en mantener su show, pan y circo para el rebaño, los domadores odian que cuestiones, dudes y pienses pues esas acciones en su pronto imperio estarán prohibidas, así que ya sabes que hacer.

El mundo no es como nos lo pintan, es totalmente distinto y genocida, el despertar y el darse cuenta conlleva una gran responsabilidad que muy pocos lo toman, es el de difundir la verdad. Los domadores buscaran que el rebaño apague a la oveja negra y se confiaran, pero al notar que dicha oveja en vez de apagarse resiste y difunde la luz en medio de sus compañeras, el verdadero terror esta vez lo sentirá él, pues sin el rebaño no es nada, y la única arma utilizada será la verdad.

 Así que si eres llamado loco por ver más allá de los sentidos, recuerda que de una locura puede salir una gran genialidad del despertar, no encajar en los parámetros establecidos y limitados por los domadores, ser llamado la oveja negra, ser ridiculizado o ser tomado por loco, es nuestra mayor inspiración, la verdad os hará verdaderamente libres. 

No encajar en los parámetros establecidos es nuestra esencia, la verdad es nuestra bandera y el despertar nuestro ideal.