Las líneas que escribo son parte de lo que mi alma expresa, mi realidad tan distante y distinta de lo que imaginaba. Hoy el sueño anhelado una vez más muestra su lejanía, la ironía y resignación son parte de mi vida. Tan grande es mi cobardía que todo lo hago con alegoría para evitar la dureza que me persigue día tras día.
Mi noche tan profunda y fría hoy suelta aromas de rebeldía, una rebeldía que disfraza a esta cobardía que me asesina, mientras escucho a unos jóvenes que entregaron su vida a lo eterno, oh cuan grande es su dicha que sus vidas enarbolan la verdad y el honor de lo arriba hoy los arropa. A comparación mía, las risas diabólicas se burlan de mi triste condición .
Que ironía es mi vida, y triste a la vez. Grandes fueron los sueños y los anhelos, grandes como las teorías y las ideologías que se esfuman en la realidad. No sé que me espera el futuro ni el presente, no lo sé, pensaba mucho e imaginaba grandes hazañas que hoy medroso parezco renunciar. No entiendo o tal vez sí, pero solo sé que toda la culpa es mía, lo único que me horroriza es la eternidad. Realmente existen muchas opciones, pero dentro de mí sé cual es la correcta. No me victimizo, ni tampoco me glorifico, solo sé que lo estoy haciendo mal, todo mal.
Desde pequeño mis padres me entregaron a la mano de lo eterno, pues su seguridad y confianza estaba dispuesta a aquel que les dio la gloria. Desde la niñez conocí sus escritos pero parecen que nunca los había visto, esa rabia de mi corazón son las que hoy me condenan. Que indignación tratarme de etiquetar con los seguidores de lo eterno, cuando realmente no lo merezco. La maldad hoy se han apoderado de mí y no encuentro la salida.
Creo conocer la verdad, me tome tiempo a investigarla amanecerme y conocerla pero de que me sirvo denunciar y saber la maldad si yo también soy parte de ella. Merezco que la copa de la ira caiga sobre mi y sus estragos me estrangulen hasta desparecer de la faz existencial. No sé que espero, solo quiero cambiar ese es mi mayor deseo, pero hoy no puedo.
Los planes de mi vida hoy se tintan de tono borroso por culpa mía, espero algún día verificar estos escritos con buena desdicha, la esperanza aún la tengo pero mi realidad me da abofeteadas y mi alma sigue estancada en mi triste condición.
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